Sin ánimo de ofender y sin entrar en grandes polémicas acerca del que hacer de la profesión del diseñador, diré que en un país como el nuestro, vivir de nuestra profesión o vivir dignamente de nuestra profesión es una tarea difícil.  Las razones son muchas, pero quiero centrarme en las alternativas o en las posibles soluciones que podemos dar a esta situación.

La primera alternativa y la más natural ante esta situación es quejarse; cosa fácil y hasta des estresante, pero que no aporta demasiado. La segunda cosa que podemos hacer, es no pensar en ello y dedicarnos sin más remedio a afrontar nuestro destino y tratar de gastar poco para no vivir muy endeudados y aceptar que nuestros ingresos en el mejor de los casos nunca superarán los 4 millones de pesos (y quiero aclarar que esto no está nada mal, pero comparativamente puede ser triste en relación con nuestros compañeritos que trabajan en una multinacional y devengan entre 2 y 3 veces lo que nuestro afortunado mejor colega puede lograr después de mucho tiempo de trabajo). La tercera que con gran orgullo promueven instituciones gubernamentales y educativas es lanzarse al bello mundo del emprendimiento, no entretenimiento, emprendimiento, y  ¿Qué quiere decir ser emprendedor? se preguntarán muchos con asombro y otros con el miedo natural que produce lo desconocido.

Ser emprendedor es una mezcla de muchas cualidades innatas y de otras que se aprenden por el camino, pero ¿Cuáles son esas cualidades?, preguntaría alguien aún más curioso, pues bien trataré de hacer un listado que no supere los 10 puntos mencionados en el encabezado de este artículo:

  1. Ganas:

 Suena obvio y natural decirlo, pero, las ganas son un ingrediente básico en el momento de emprender con una idea de negocio.  En este punto debe uno enfrentarse con muchas barreras culturales, como por ejemplo el ser mirado por encima del hombro por las mamás de todos sus amigos, quienes estudiaron en la misma universidad que uno, pero una carrera que si da plata, entonces se sienten con el derecho de denigrar del emprendimiento de manera descarada, argumentando que uno debería emplearse y buscar la estabilidad y que eso de hacer empresa no es más que una vagabundería, que eso es muy difícil en este país y por si fuera poco que mire a “Samuel Iván”, que consiguió un trabajo en esta empresa y ya tiene su carrito y está dando la cuota inicial para un apartamento. Entonces que ganas le quedan a uno de emprender una aventura empresarial? Pues todas, porque cuando uno es joven siempre quiere llevar la contraría solo por hacerlo. Y no quiero con esto inclinar la balanza hacia uno u otro lado, porque la estabilidad tiene lo suyo, o quien dice que no es una ventaja tener billete pa salir de rumba todos los fines de semana y pa irse de paseo uno que otro festivo, pues claro! Y aquí quiero citar a Antonio Cervantes “Kid Pambelé” quien en un momento de gran lucidez dijo: “Es mejor ser rico que pobre”, pero detengamos un momento a analizar esta frase. Defina para usted que es la riqueza y que es la pobreza, porque aquí puede estar la respuesta a la pregunta. Debo ser empleado o debo ser emprendedor?, no es una pregunta fácil y responderla puede tomarle años de trabajo y una gran cantidad de dinero. Pero tratemos de tomar un poco de distancia y pensar un poco más filosóficamente en esta cuestión fundamental, que es ser rico o ser pobre.

Según Wikipedia:

“la riqueza o lucro es la abundancia de recursos valuables, posesiones materiales o el control de tales activos. Puede estudiarse tanto desde el punto de vista antropológico, sociológico, económico o incluso moral. Y en el otro extremo La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos.

Como es fácil de deducir de las dos definiciones anteriores, la riqueza no necesita una amplia explicación, pero la pobreza, por el contrario, requiere una gran cantidad de palabras para ser expresada y justificada. Lejos de tener con lo anterior una definición absoluta de estos dos conceptos antagónicos, encontraremos que de la misma forma en que ocurre con el éxito y el fracaso, el éxito no requiere una justificación mientras que si nos preguntan porque fracasamos es posible que las palabras no alcancen para justificar nuestra respuesta.

  1. Perseverancia:

 Como las críticas vendrán en todas las direcciones y los problemas económicos no tardarán en llegar, este ingrediente se hace indispensable a la hora de emprender. Cuando uno va a la Cámara de Comercio de Bogotá a pedir asesoría, lo primero que le dicen a uno es que para esto no se necesita billete y hasta cierto punto tienen razón. Hasta que punto? Hasta qué uno les cree de forma literal y se dedica al emprendimiento no pago, grave error. Si llevar a cabo una idea empresarial es difícil, imagínense que es llevar a cabo una idea empresarial con hambre? Esto lo hace  todo mucho más difícil, porque  a las negativas de los inversionistas que se hacen más necesarios entre más avanza uno con la idea empresarial, se suma la reticencia de los clientes al pago, en una cultura donde quien más puede alargar sus pagos es quien mejor maneja su dinero, sumémosle a esto un poco de la creatividad de los clientes que siempre quieren modificar nuestros productos sin importar cual sea su área de conocimiento y tendremos una bomba de tiempo, que si no es tratada a tiempo, como la peor de las enfermedades puede tener un trágico desenlace.

Pero no todo es malo, también existe el capital semilla y el fondo emprender y las múltiples fundaciones y entidades que apoyan el emprendimiento de forma decidida y eficaz, y es acá donde entra en escena el tan mentado plan de negocios y de nuevo la pregunta: ¿Qué es un plan de negocios? La respuesta más linda que me dieron a mí fue: Es la carta de navegación del negocio. Y  si lo vemos de lejos puede ser cierto, aunque en mi caso fue la mejor forma de invertir mi tiempo en proyecciones y estudios que nunca llegaron a ser ciertos. Espero que ninguno de mis mentores de jóvenes empresarios me esté oyendo pues sería muy duro para ellos oír estas palabras.  Pero en cuestión de planes de negocio usted va a encontrarse con todos los tipos posibles, los hay grandes, pequeños, gordos, flacos, cortos, largos, interesantes y aburridos, pero todos tienen un ingrediente en común, están hechos con las ganas de que esas palabras, cuadros y proyecciones ayuden a transformar la realidad, para convertirla en lo que soñamos y además de esto que logren pasar por todos los filtros necesarios para llegar al tan anhelado capital semilla o al préstamo que creemos necesitar para salir adelante con nuestra empresa. No importa cuantos planes de negocio haya hecho, tenga la seguridad que siempre tendrá que hacer uno más.

  1. Responsabilidad:

Uno podría pensar que todas estas cosas son como una cantaleta de la mamá, pero no. Un emprendedor debe ser responsable con todo, con sus empleados, con sus acreedores, con el medio ambiente, con el estado, con sus padres, con su idea de negocio, pero ante todo nunca debe olvidarse de ser responsable consigo mismo. Eso es algo que deberían enseñarle a uno en la universidad, pero eso solo se aprende a los golpes, uno no puede ayudar a nadie si uno no está bien. Con esto no quiero decir que uno tenga que esperar a tener mucho para compartir un poco, no, lo que quiero decir es que si las condiciones laborales de un emprendedor no son buenas, difícilmente podrá ofrecer buenas condiciones a aquellos cuyas familias ahora dependen de él o lo hará a costa de su propio bienestar y eso en ningún caso debe ser permitido. Este atributo por no llamarlo valor o virtud y no ponernos moralistas, debe acompañar al empresario siempre, pues de esto depende en gran medida el éxito de su emprendimiento.

  1. Criterio:

Para tomar decisiones buenas o malas se requiere criterio, pero para afrontar las consecuencias de estas decisiones hace falta mucho más que eso, hay que ser creativo y recursivo cosas de las cuales los colombianos nos ufanamos a veces sin razón, por que ser recursivo no es igual a ser “vivo”, con el respeto que me merece la cultura antioqueña, quiero decir que esta cultura (la del vivo, no la antioqueña) es una de las creaciones que más daño le ha hecho a la forma de actuar de los Colombianos, pues creemos que tomar el atajo nos va a llevar más rápido a cualquier lugar.

El criterio es esa voz que nos habla desde adentro, que vive cerquita de la conciencia y que nos apoya en cada una de nuestras acciones, este se forma con la experiencia y con el ejemplo que hemos recibido y es como un faro en la oscuridad cuando no tengamos a quien más acudir.

  1. Motivación:

 Las empresas siempre dicen que buscan gente pro-activa, innovadora y auto motivada para hacer parte de sus grandiosos equipos y creo que en ninguna otra área como en el emprendimiento esto cobra valor, pues la motivación es el motor que mueve a las personas, es como el combustible del carrito de los sueños, pues sin ella no hay nada, si uno no estuviera motivado seria imposible salir adelante después de una quiebra, o sin ser tan trágico aunque quebrar no es ninguna tragedia, pues uno no podría levantarse después del primer tropiezo para poder llegar tambaleando al siguiente. A mí me habría gustado que alguien me hubiera dicho algo similar a lo que ustedes leen antes de empezar, pero igual no estaba dispuesto a oírlo, en aquel momento fue lindo oír que yo era lo máximo y que había que ser quijote ante las adversidades.

  1. Trabajo en equipo:

Nunca jamás, óigase bien, nunca jamás de los jamases haga equipo con alguien que tiene sus mismas fortalezas o en el peor de los casos, sus mismas debilidades, los equipos de trabajo son para apoyarse y fortalecerse, no para entrar en eternas discusiones que harán que el mejor producto o servicio quede obsoleto antes de lograr salir al mercado.

Y con esto no quiero decir que no busque una alianza con un colega, pues existen en una misma profesión diferentes perfiles de personas, sino que busque personas que logren sacar lo mejor de usted y que encuentren en su apoyo una fuente de inspiración para ser cada día mejores.

  1. Paciencia:

Como habrán notado si han llegado hasta esta parte del artículo ser paciente es una virtud que tarde o temprano tiene su recompensa (ya sea que les sirva de algo, o que se acabe por fin este suplicio).  Pero no crean que esta linda virtud deben tenerla solo ustedes,  es una necesidad imperativa en cualquier familia de emprendedor, pues eso de estar esperando a que el negocio reviente, a que la gente le pague, o a que usted pueda pagar a tiempo sus obligaciones, es todo un arte, además que si se tiene la vena del emprendimiento una sola empresa no será suficiente, usted está condenado a encontrar siempre una nueva actividad con tanto o más riesgo que la que ya tiene y las personas que lo acompañan terminarán siendo adictas a la adrenalina o terminarán dándole una patada para que reaccione y ponga los pies en la tierra.

  1. Confianza:

Confíe, pero siempre exigiendo, de lo contrario tendrá como resultado un trabajo que no cumple con sus expectativas, aprender a ser jefe es una de las cosas más difíciles en este largo camino, nunca se sabe cuando es poco o demasiado, pues cuando uno tiene su negocio en la cabeza piensa que existe una sola forma de hacer las cosas: la forma en que las hago yo. Y esto puede traerle muchos problemas, pues si no está dispuesto a creer en quienes lo rodean es mejor que no conforme un equipo y se interne en su guarida para hacer todo usted mismo. Esta misma confianza lo llevará a ser capaz de ver lo que otros no ven, a creer en lo que otros no creen, a construir el futuro en vez de adivinarlo.

  1. Terquedad:

Después de pasar 5 años sin pago en una empresa de zapatos, iniciar otra de interactivos y cerrarla, ser socio en una productora de cine, un box de Crossfit y un restaurante de comida italiana, me he dado cuenta que lo mejor es la docencia y por eso abandoné el emprendimiento… estoy bromeando, aunque todo lo que acabo de decir sea cierto, la verdad me he dado cuenta de que emprender una nueva ruta siempre es fascinante, que cada camino es diferente y que los obstáculos, te fortalecen en vez de ablandarte. Me he dado cuenta que ser terco puede llegar a ser una cualidad y que cuando te caes y logras levantarte, puedes empezar incluso con más fuerza que antes y con la experiencia que llevas sobre tus hombros que no te deja cometer los mismos errores.

  1. Suerte:

 Mucha suerte con sus ideas de negocios.