Para nadie es un mito que las encuestas en época de elecciones suelen estar manipuladas y no mostrar efectivamente una fotografía de la situación actual. La verdad es que el problema no son las encuestas si no la poca capacidad que tienen los lectores o espectadores de realizar una lectura a fondo que permita comprender realmente la información que se da a conocer a través de la encuesta.
Por ejemplo, Juan Manuel López Caballero escribió una columna de opinión en la Revista Dinero en agosto del 2015 donde al referirse a las encuestas, habla de la importancia de tener en cuenta los siguientes elementos para poder comprender de mejor manera la información que nos están entregando las diferentes encuestas.
López Caballero comenzaba por mencionar los intereses a los que responden las encuestas, es muy importante que como lectores y espectadores siempre que miremos una encuesta nos preocupemos por informarnos quién la hizo. De esta forma se podrán entender los intereses y lograr leer entre líneas para conocer los intereses que persiguen las diferentes encuestas.
Otro elemento importante que debemos identificar es el objetivo de la encuesta, es decir: ¿qué busca la encuesta? Y ¿qué está buscando quien la contrata? En las últimas elecciones en Chile las encuestas le dieron a la candidata presidencial Beatriz Sánchez perteneciente al Partido del Frente Amplio unas cifras muy por debajo que realmente no representaron el porcentaje de votación que logró obtener esta candidata.
En su momento Sánchez, consiguió el tercer lugar en las elecciones presidenciales obteniendo un poco más del 20% de las preferencias. Al consultarle a la candidata por lo que habían expuesto las encuestas como una “verdad revelada”, ella respondió, “A todas las encuestas que dijeron que íbamos a estar abajo, ¿dónde está ese oráculo que es la CEP borrándonos del mapa?”.
El Centro de Estudios Públicos está encabezado por Harald Bayer, quien fue ministro del gabinete del presidente Piñera en su primer mandato. Entonces ¿qué buscaba la encuesta? Dar a conocer a la ciudadanía votante que Sánchez, quien se mostraba como una opción novedosa en el escenario político tenía pocas opciones de poder llegar a competir con Sebastián Piñera y con Alejandro Guillier.
Otro aspecto importante a tener en cuenta al leer las encuestas es darnos el tiempo de indagar e informarnos sobre cuál fue la muestra seleccionada, está claro que no todas las personas pensamos de la misma forma y que no es lo mismo encuestar a personas pertenecientes a los estratos 5 y 6 de Bogotá, que a los estratos 3 y 4 de la misma ciudad.
Por último López Caballero se refiere a la forma como los medios de comunicación dan a conocer la información de las encuestas, destacando que el verdadero objetivo de los medios de comunicación NO ES INFORMAR lo que afecta al público, sino informar sus propios intereses. Por eso la importancia de abrir bien los ojos y no tomar la encuesta como una “verdad revelada” porque no lo es. Hay que aprender a desconfiar de ellas y querer indagar más sobre los elementos mencionados anteriormente.
En lo único que si se puede confiar de una encuesta, es que prácticamente todas las encuestas son igualmente profesionales en cuanto a la parte científica y metodológica.
De acuerdo. En Colombia, por ejemplo, las encuestas no registran la importancia del clientelismo, el paramilitarismo y la corrupción, pues no se encuestan los territorios rurales no tan cercanos de las grandes ciudades, lo que conduce a una elctura parcial de la realidad.